Obsesiónate por crecer como persona y disfruta el juego de los resultados


Hay aspectos de los que nadie puede librarse, el cuerpo, la conciencia, nuestra cultura familiar, social, personal, pasado, heridas, pero transformar nuestra relación con dichos aspectos es un proceso de crecimiento lleno de errores y para evitar caer en la culpa deberíamos trabajar nuestra resiliencia pues nuestras imperfecciones, errores y responsabilidad a ellos es lo que alimenta un crecimiento genuino.
Si puedo aceptar quien soy, lo que siento y he hecho incluyendo defectos y dudas puedo entonces limpiar la ruta pues el deseo de cambiar en si ya merece crecimiento mucho antes de lograrlo.
Si quieres crecer y respetarte necesitas reconocer lo que no te gusta de ti, este trabajo va más alla de la autoestima, implica dejar de torturar la conciencia con ilusiones sobre quién creo que debería ser en este momento, si te liberas de dicha expectativa canalizaras mas facilmente la energía desperdicia en luchar contigo hacia fortalecerte desde la realidad de tus imperfecciones y como sanarlas, este es un proceso lento que durara toda la vida, no te castigues, haz lo que te de paz con los demas pero principalmente contigo, esa debería ser la métrica principal para saber si lo estas haciendo bien.
¿No te gusta algún aspecto de tu vida, trabajo o relaciones? Concéntrate en lo que esta en tu poder para mejorar tus posibilidades (no tus resultados, esos deberían ser consecuencia, pues el fin más sano que existe es tu crecimiento personal) olvida las expectativas de lo que deberia suceder y transformalas en el agradecimiento que te debes por seguir avanzando, a dios (o a aquello más grande que tu en lo que decidas creer) por proporcionarte nuevas oportunidades de seguir intentandolo y a las personas que de una u otra manera participan en tus procesos, en tu historia.
Todos cometemos errores, lo crucial es entender si estos nos definen o nos ayudan a buscar y encontrar nuevos niveles de paz personal.