Hoy tuve miedo de perder lo que tengo


Por motivos que no vienen al caso hoy me esperaba un día largo, así que anoche me preparé preparando la ropa de ejercicio para no despertar a mi familia y a las 8 pm estaba durmiendo.
A las 3:30 am abrí mis ojos sin poder volver a dormir, me levanté y al salir noté que la lluvia no me dejaría salir a correr, con resignación tomé el mat de Yoga de mi esposa y comencé una rutina ligera, como si le dijera al cuerpo "Recordemos como se siente estirar y liberarse".
Luego como parte de mi rutina comencé una rutina de respiraciones profundas, con el sonido de la lluvia y la sensación del mat contra mi espalda, brazos y piernas por primera vez sentí un deseo incontrolable de absorberlo todo, me quité los audífonos y me adentré en el cuarto oscuro de mi mente que -como muy rara vez pasa- transmitia paz e intimidad.
En aquel cuarto mental mientras contenia la respiración profundo por un par de minutos los pensamientos se disolvieron y en aquel transe el motivo de el insomnio que habia estado pasando las ultimas noches emergió en forma de una pregunta simple y clara ¿Y si pierdo lo que tengo?.
Comencé a agradecer a Dios lo que poseo, un techo contra la lluvia, salud, trabajo y proyecto, mientras lo hacía una voz resonó en mi cabeza diciendo "De nada, pero ¿seguirias agradecido si te lo quitara?" Dudé, dudé como quien sabe que su futuro pende de un hilo, de una respuesta. Tras un par de segundo de reflexión respondí "Señor, por favor, no sometas a mi esposa e hijo a esa prueba, es más, por favor, te pido que tampoco a mí, no creo ser tan fuerte".
Me detuve y continué "Disculpa por esa respuesta señor, estoy tratando de aprender. Primero gracias, porque entiendo que eres tú quien provee, quién nos da techo, alimento en el refrigerador, salud y posibilidades. En segundo lugar señor, sí, te seguiré agradeciendo porque es así como los últimos años te he mostrado mi fe. Cuando tuve aquella crisis de pareja temí, actué, pedí, agradecí y confié, y tú proveíste los retos y elementos para salir adelante. Ante mi crisis de salud de manera casi instintiva hice lo mismo: Temí, actué, pedí, agradecí y confié y también tú proveíste señor, cuando tuve mi crisis económica familiar el año pasado nuevamente temí, actué, pedí, agradecí y confié, lo mismo en la partida de mi abuela, en los negocios que se dan y en los que no se dieron, en los retos y deseos, siempre he repetido inconscientemente la misma fórmula: Temer, pedir, actuar, agradecer y confiar ¿Será que el temor existe para hacernos reaccionar y fortalecer nuestra fe? ¿Para acercarnos más a ti que eres nuestro padre? Mi punto es señor, en cada crisis he fortalecido mi entendimiento de que la fe no es solo creer sino pedirte con certeza y actuar en consecuencia dando lo mejor que creamos que aún nos queda en ello. Si parto de eso padre entonces sí, puedo creer que siempre en cada crisis terminaré pidiendo con certeza y actuando dando lo mejor de mí, volviendo a tu pregunta ¿Agradecería si me lo quitaras todo? Quizá al principio el miedo y el dolor me lo impediría pero si algo he aprendido es que, del otro lado de la fé, mas que culparte simpre he sido agradecido por las oportunidades y las herramientas que me provees para crecer y salir adelante en cada dolor, en cada incertidumbre, y eso padre, espero sea una respuesta que te agrade mientras descubro como seguir honrándote".
En ese momento abrí los ojos y una paz profunda me inundó, con fe (pidiendo con certeza para actuar dando lo mejor de mi) comienzo mi día con un solo pensamiento de transmutó del miedo y el insomnio al "Gracias Señor por la oportunidad de un nuevo día".